Interesante Enlace
http://www.deorugasymariposas.com/2016/04/ejercicios-mindfulness-para-ninos.html?m=1
El término mindfulness es la traducción inglesa de la palabra sati de la lengua pali y significa atención consciente.
El mindfulness es una técnica de meditación milenaria, pero a diferencia de otro tipo de meditación no implica una reflexión o profundización mental, sino sólo experimentar, notar, sentir, es decir, es una práctica que involucra mucho todos los sentidos.
El objetivo principal de esta práctica es la observación atenta y consciente de lo que pasa por nuestra mente y nuestros sentidos, sin juzgar o dejarnos llevar.
Los ejercicios de mindfulness ayudan a los niños a centrar su atención en lo que hacen en cada momento (el aquí y el ahora) y a percibir lo que sienten o piensan.
Con la atención plena no se trata de lograr un estado de relajación o evasión, sino un estado de atención serena, sin tensión ni alerta.
Para entenderlo más claramente te pongo un ejemplo, también a modo de ejercicio:
El mindfulness es como si nos ponemos a observar el cielo, en él pasan muchas cosas, podemos ver cómo un avión cruza por el cielo, lo observamos, pero nuestro pensamiento no se va con él, lo mismo si vemos un pájaro, las nubes moverse o un cometa. Percibimos cada sensación, cada pensamiento, pero no nos vamos con él, nuestra atención no se centra en cada nuevo estimulo que percibe, sólo lo observamos.
La semana pasada te propuse varios juegos y ejercicios para mejorar la atención y concentración y seguiremos con este mismo tema tan interesante, pero en esta ocasión muchos de los ejercicios propuestos están basados en la técnica de mindfulnes para niños.
Algunos de estos ejercicios los saqué de un libro para mayores que se llama Mindfulnessde Mónica Lavilla y D. Molina, y yo he adaptado estos ejercicios para niños.
Ejercicios de mindfulness para niños
Antes de comenzar con los ejercicios toma en cuenta lo siguiente:
- La mayoría de estos ejercicios, están pensados para niños a partir de 5 años, aunque algunos de ellos podrían adaptarse para los más pequeños
- Cada uno tiene diferente grado de dificultad y están ordenados según considero de lo más fácil a lo más difícil, aunque no tienen porque seguir este orden.
- Cada ejercicio estimula diferentes áreas, pero todas relacionadas con diferentes aspectos de la atención y concentración.
- Como consigna general con cada ejercicio tienes que decirle al niño: Si en algún momento tu mente se distrae o aparecen otros pensamientos de otros temas, no los critiques, no te vallas con ellos, sólo notalos y vuelve suavemente a colocar tu mente en el ejercicio.
- Aprovecha momentos que tu hijo esté receptivo, no lo propongas cuando está muy cansado o enfadado.
Con este ejercicio trabajamos la respiración y la conciencia corporal
Decimos al niño: Detente un momento y piensa en tu respiración ¿cómo es ahora? ¿recuerdas cómo es cuando estás nervioso o después de correr? nota cómo el aire entra dentro de tus pulmones y ahora intenta hacer llegar ese aire hasta el estómago, como si quisieras inflar un globo. Intenta que tu respiración sea cada vez mas lenta lenta y profunda. Si te viene a la mente cualquier otra cosa, sólo observala y déjala ir..nota como tu cuerpo se llena de energía después de una respiración profunda.
2. Las copas con agua
Con este ejercicio trabajamos con la concentración auditiva
Llena dos o tres copas con diferentes niveles de agua y haz sonar cada una de ellas por separado. No empieces a tocar la siguiente hasta que el sonido de cada copa se halla parado por completo, el niño tiene que estar atento hasta que se termine la vibración y te lo indicará levantando la mano, entonces empiezas con la siguiente copa. Pasado algunos ensayos, el niño es quien puede hacer sonar las copas.
También se puede hacer este mismo ejercicio, pero usando una campana.
4. Uno a la vez
Con este ejercicio trabajamos la discriminación auditiva
Muestra a tu hijo el sonido de un instrumento musical, por ejemplo la guitarra, el piano, la trompeta..y una vez que reconozca el sonido ponle una canción que incluya ese instrumento y que esté atento para indicar el momento en que se escucha el instrumento elegido.
También puede hacerlo mientras dais un paseo, primero que escuche todos los ruidos que hay en ese momento y luego puede seleccionar alguno de ellos, por ejemplo, el canto de un pájaro y estar atento a indicar cada vez que le escuche.
5. ¿Y cómo era?...
Con este ejercicio estimulamos la imaginación y la memoria remota.
Le indicamos que tiene que ponerse cómodo y cerrar sus ojos. Ahora tiene que recordar un paisaje o un lugar que le gusta muchísmo. Tiene que recordar el sitio todo lo vivo y claro que le sea posible, para ayudarle le decimos que se imagine un paseo por ese sitio, que valla tocando los objetos que le llaman la atención, que observe cuales elementos son los que más le gustan, si es de día o de noche, si hay personas..a que huele el sitio...qué se puede escuchar..en fin necesitará mucha imaginación y estar muy concentrado en la tarea.Si lo logra, le gustará y le traerá buenos recuerdos.
6. Comerse un chocolate
Con este ejercicio trabajamos con el sentido del gusto.
Necesitamos un trozo de chocolate o cualquier alimento como un caramelo, una uva...
El niño tiene que intentar describir el sabor y la sensación como si se lo estuviera contando a un marciano que nunca ha visto un chocolate en su vida. Lo tiene que observar con detenimiento y luego meterselo a la boca sin masticarlo, tiene que deshacerse lentamente en su boca. Le pedimos que observe cómo se va disolviendo, el sabor, la textura, le decimos si percibe el sabor de la misma manera si lo pone en diferentes partes de la lengua, que observe cómo se va pasando lentamente el sabor..
7. Banda de colores
Con este ejercicio trabajamos la imaginación y la concentración visual
Le pedimos que respire tranquilamente, que cierre los ojos y se imagine una banda de color rojo sobre una pantalla blanca, que es su mente ¿Te gusta ese color? ¿Que sensaciones tienes? ¿Te recuerda a algo? sólo obsérvalo y retenlo en tu mente. Le pedimos que ponga la pantalla en blanco y luego que haga lo mismo con el color amarillo. Luego, con el color azul. El ejercicio termina visualizando la pantalla en blanco. Después de unas respiraciones profundas, puede abrir los ojos.
8. Congelados
Con este ejercicio trabajamos la conciencia corporal
Le decimos al niño que se imagine que está en la era del hielo, hace mucho frío y empieza a nevar, tiene que notar cómo se va congelando poco a poco, cada parte del cuerpo hasta quedar completamente inmóvil, como una estatua, tranquilo, respirando lentamente y observando la nieve a su alrededor. Una vez permanece un tiempo como una estatua, sale el sol y su cuerpo por partes se va derritiendo, quedando otra vez con mucha movilidad.
Con este ejercicio trabajamos la observación y el conocimiento de un objeto por medio de los sentidos.
En cualquier oportunidad de ir a pasear por el campo, en un jardín o en la playa, le pedimos que observe detenidamente la naturaleza, no es momento de hablar, sólo de disfrutar y deleitarse en medio de la belleza. Le pedimos que busque algo que le llame especialmente la atención y quiera conocerlo a detalle: una roca, una flor, la forma de un árbol, un bicho..y le pedimos que intente explorarlo a través de todos sus sentidos ¿a que huele? ¿que textura tiene? ¿cómo es su forma? su misión es observar cada detalle, sin juzgar..
El recipiente con agua
Con este ejercicio trabajamos la conciencia kinestésica
Necesitamos un recipiente con agua, como una taza donde quepa la mano del niño.
Le indicamos que meta la mano dentro del recipiente. Que note la sensación que experimenta al tocar el agua, la temperatura, la sensación de humedad. Que se fije cómo la mano se integra con el agua. Que mueva los dedos y experimente el fluir del agua. Si en algún momento notas que se distrae, no los juzgues, observa que te has desviado y vuelve a la tarea.
En la ducha
Con este ejercicio estimulamos la conciencia sensorial
Le decimos al niño que cuando se meta a la ducha observe cómo el agua choca contra su cuerpo y cómo su piel queda salpicada por diminutas gotas. Le pedimos que observe la temperatura del agua ¿Cómo le gusta más? que experimente la sensación de estar mojado..cómo talla sus manos con el jabón o shampoo y lo va aplicando en cada parte del cuerpo...que observe en lo que piensa, pero simplemente lo deje de lado y se centre únicamente en las sensaciones que experimenta en la ducha.
Si el niño es pequeño, le podemos duchar nosotros en la bañera, mientras le vamos narrando lo que vamos haciendo y las sensaciones.
Como ves, los ejercicios de mindfulness para niños, son aparentemente sencillos, pero requieren mucha práctica para empezar a ver resultados en nuestros hijos: una mayor atención y concentración, mas paciencia, mayor control emocional y mental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario